LOS PRIMEROS CASARREÑOS

Ignacio Latorre Zacarés

Colaboración publicada en el Libro de Fiestas de Verano de Casas del Rey de 2013.

El término municipal de Venta del Moro ha estado muy poco poblado hasta el siglo XVIII. En el siglo XVI las noticias que tenemos sólo reflejan el propio pueblo de Venta del Moro con siete familias a finales de siglo. También por una delimitación de 1545 de la antigua dehesa de Sevilluela sabemos que por la zona cercana a las Casas del Rey existían la casa de Juan de Moya (quizás el origen de Casas de Moya) y la casa de Juan Ullán (quizás de este apellido derivaría el nombre de la rambla Aullana, posteriormente Bullana).

Las primeras noticias que poseemos de Casas del Rey nos las proporciona las respuestas generales al Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752, la mejor fuente de información castellana para el siglo XVIII. En aquella época, Casas del Rey era un pequeño caserío formado por tres familias: Juan de Berlanga Calvo, Martín de Berlanga y Manuel Navarro. Como se puede ver ya estaban en la aldea dos de los apellidos clásicos casarreños: Berlanga y Navarro. La aldea vecina de Casas de Moya contaba con cuatro familias: Pedro Monteagudo, Juan Monteagudo, Juan Giménez y Francisco Martínez.

En el caserío de la Alcantarilla vivía la familia de Pascual Monteagudo que era colmenero. Lo que sí estaba muy poblado gracias a sus huertas era el río Cabriel. En todo el término municipal de Venta del Moro (pueblo, aldea y caseríos) se contabilizaban 102 vecinos.

Estos primeros casarreños eran familias labradoras cuya economía combinaría la agricultura cerealícola con las huertas que proporcionaría la rambla Bullana y las abundantes fuentes circundantes a la aldea (Fuente Grande, Tollo de la Perrilla, Fuentecilla, Fuente de la Reina, Cantos, Teja, Hambre, Gallinas, etc.).

También se apoyarían en algo de ganadería. La posibilidad de cultivos de huertas era unos de los factores de poblamiento de la época, pues éstas garantizaban parte de la agricultura de autosubsistencia propia de aquellos años.

La segunda mitad del siglo XVIII y principios del siglo XIX será unaépoca de gran crecimiento demográfico en Venta del Moro, proceso en el cual tuvo que ver la roturación y puesta en cultivo de lasgrandes dehesas venturreñas (Sevilluela, Realame y Albosa) y la inmigración procedente de gentes de la otra parte del río Cabriel o del propio río. Entre 1752 y 1816 la población del término se triplicó.

Este proceso también ocurrió en Casas del Rey, ya que de las tres familias que habitaban la aldea en 1752 se ascendió a 9 en 1816.

Un interesante mapa del Archivo Histórico Nacional del término de Venta del Moro datado en 1800 que aquí reproducimos representa a Casas del Rey (n. 33) como un pequeño caserío con dos casas (habría alguna más), con una rambla Bullana feraz de árboles frutales y dos casas más (n. 31 y 32), además del caserío de la Fuente la Reina (n. 30). A Casas del Rey llegaba sólo un camino que era el actual atajo de Venta del Moro que tras discurrir por Casas del Rey proseguía a Casas de Moya (n. 34). Desde Casas de Moya el mismo camino se juntaba con el que procedente de Requena, atravesaba Las Monjas y finalizaba en el puente de Vadocañas (n. 41). También se localizaba ya una casa y un huerto en la Casilla del Cura. La Derrubiada era prácticamente un despoblado donde sólo subsistía la casa y huerta de la Fuente de la Oliva (n. 42).

Como hemos dicho, en 1816 Casas del Rey ya había evolucionado de caserío a una pequeña aldea en crecimiento con las siguientes familias: la viuda de Juan Berlanga, José Navarro, Alejandro Guaita, Anastasio Cañas, Juan Cañas, Manuel Soriano, Manuel Monteagudo Cañas, Francisco Martínez Palomares y Cristóbal García Cudillo. Como vemos a los apellidos reseñados en 1752 (Berlanga y Navarro), se le agregaban otros típicos de la aldea como los Cañas, Guaita, Monteagudo, Soriano, etc. En el mismo año en Casas de Moya vivían veintidós familias.

De lo casarreños nombrados destaca Alejandro Guaita, que fue síndico procurador de Venta del Moro en el segundo ayuntamiento constitucional de 1814 y también fue alcalde de Venta del Moro en 1825.

 

Asociación Cultural Amigos de Venta del Moro

Colaboración publicada en el Libro de Fiestas de Verano de Casas del Rey de 2013