CONOCER EL PATRIMONIO RURAL: ¿LUJO O NECESIDAD?
Autor: JORGE HERMOSILLA PLA
(Universitat de València)


   
El patrimonio rural debe ser considerado por su carácter universal, su condición interdisciplinar, y su significado en el desarrollo de los territorios de acogida. En todos los pueblos de a geografía valenciana, en sus variados y dispares términos municipales, en el litoral y en el interior, se halla una contrastada riqueza patrimonial relacionada con el medio rural. El paisaje constituye en este sentido el resultado de la acción de la sociedad sobre dicho medio durante la historia, y en consecuencia, un excelente escaparate del patrimonio rural, que necesariamente precisa de una interpretación por parte de los investigadores. De la misma manera son numerosísimos los vestigios, los elementos que testimonian el pasado de esas tierras.

   

    El concepto de patrimonio rural no es homogéneo. Todo lo contrario, pues recoge numerosas posibilidades de análisis, en función del objeto de estudio. El patrimonio oral, el inmaterial (el saber popular, por ejemplo), el patrimonio etnográfico, el histórico, el inmueble, ...y por supuesto el patrimonio del agua, y concretamente el regadío tradicional. El patrimonio en consecuencia precisa de estudios interdisciplinares; necesita de la participación de historiadores, arqueólogos, historiadores del arte, antropólogos, geógrafos, etc., que aporten sus conocimientos específicos.


HUERTAS EN CASAS DE MOYA

 

Los estudios sobre el patrimonio rural son necesarios, pero además urgentes. El medio rural está experimentado en las últimas décadas acelerados procesos que tienen como efecto inmediato la transformación del paisaje y en numerosos casos el desuso y la posterior desaparición de sistemas y elementos patrimoniales. Un ejemplo significativo es precisamente el regadío tradicional. En unos casos la incorporación de nuevas tecnologías mediante el regadío localizado, y en otros casos, el abandono de huertas tradicionales por problemas estructurales de difícil solución (emigración de jóvenes, envejecimiento, agricultura no comercial, minifundismo, etc.), han iniciado una cuenta atrás de los sistemas de regadío históricos valencianos. El valor patrimonial de estos sistemas, en cambio, constituye una excelente oportunidad para que no sean olvidados. Su riqueza contrasta con el escaso interés que en general despierta en la sociedad. Las huertas han constituido históricamente un subsistema característico de los paisajes de los pueblos valencianos; de diferentes formas y tamaños, y de una gran variedad de elementos relacionados con el uso tradicional del agua (azudes, presas, acequias, brazales, norias, molinos, batanes, regaderas, derramadores, minas, etc.). Riqueza que fácilmente podría ser “utilizada” para un turismo cultural en alza. Es decir, constituye un recurso endógeno para el desarrollo de esos territorios. El estudio monográfico que presentamos forma parte de un proyecto que realizamos a escala comarcal desde el Departamento de Geografía de la Universidad de Valencia, que se publicará durante el próximo año, y cuyo objetivo final fue el conocimiento del regadío histórico. La divulgación del estudio es tan importante como las conclusiones alcanzadas, por lo que la iniciativa del Lebrillo Cultural de Venta del Moro debería ser reconocida y valorada por todos.

Conocer es el primer paso para querer.


Asociación Cultural Amigos de Venta del Moro

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