LA FAMILIA NOGUEROL HERRERO Y MONTAUD. DINASTÍA VENTURREÑA DE BOTICARIOS, MÉDICOS Y MILITARES

© Luis Francisco Pérez Pérez

Vamos a tratar de conocer mejor a una de las familias de nuestro pueblo que han aportado miembros a nivel nacional de una cierta relevancia, pues muchas veces no sabemos bien quién son esas personas de las que sabemos por referencias, pero desconocemos sus ocupaciones, hechos y un poco de su vida.

Se trata de la familia Noguerol, sobre la cual ya escribió en El Lebrillo Cultural número 20 nuestro muy apreciado cronista Feliciano Yeves, al cual debemos mucho de lo que conocemos (por no decir todo) sobre la gente de nuestro pueblo.

Actualmente, debido a la posibilidad de acceder a noticias y datos que nos proporcionan las nuevas tecnologías es posible concretar más ciertos datos.

Personalmente yo solo conocía la llamada Colonia del Francés. Era difícil no conocerla; al salir de la escuela allí estaba. Por otra parte, a mis abuelas les había oído comentar en las tardes de invierno con estufa de por medio sobre Doña Celia y Don Raúl, como personas muy cercanas y apreciadas, pero, por supuesto, para mí desconocidas. A raíz de la lectura del escrito de Feliciano, decidí informarme más sobre ellos. Y esto es lo que encontré:

En efecto, los hermanos Noguerol Herrero fueron Celia, Gustavo, Eduardo, Juliana, y Mª Encarnación (y de algunos de ellos quedan descendientes en el pueblo, si bien el apellido como tal ha desaparecido). En el padrón de 1857 encontramos como boticario-estanquero a Eduardo Noguerol Herrero, lo cual confirma que se debió de quedar como boticario. Juliana Noguerol aparece como viuda. Del resto nada dice el padrón. Sabemos por el árbol genealógico venturreño que todos ellos eran hijos de Juan Noguerol de Aliaguilla y de María Loreto Herrero Pedrón de Requena.

Intentaremos saber, sobre todo, de los que salieron del pueblo, ya que únicamente conocíamos algo por referencias y de sus descendientes. Los que quedaron en el pueblo sí que nos eran conocidos. Así pues trataremos de saber que fue de Gustavo y Celia.

Gustavo Noguerol Herrero se dedicó a la carrera militar y nos encontramos que en el Aula Militar Bermúdez de Castro aparece como condecorado por acciones en Alcora en las guerras carlistas entre 1833-1875, alcanzando el grado de capitán, mención honorífica y, posteriormente, el grado de comandante. En 1892 ostentaba el cargo de teniente coronel y estaba en la Caja de Reclutas de la zona militar nº 36 de Valencia.

También aparece su nombramiento como general de la primera brigada de la undécima división de Bilbao por el rey (ABC del 13 de diciembre de 1911).

Gran parte de su vida la pasó envuelto en las luchas carlistas en la provincia de Castellón y ocupó cargos en el gobierno militar de Valencia, incluso algunas fuentes dicen que fue gobernador militar de Valencia (no se ha podido confirmar).

Escribió algunos tratados militares como “Memoria sobre brevísimas consideraciones histórico-militares en apoyo de las tropas militares o escogidas.

Gustavo tuvo un hijo, que sepamos, también llamado Gustavo, de apellido Noguerol Adlert y como su padre también militar. En 1936 se alzó contra la República, fue apresado en Alicante y fusilado el 18 de Enero de 1937. En el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra del 23 de marzo de 1937 aparece:

Circular. Excmo. Sr.: En virtud de sentencia dictada por el Tribunal Especial Popular de Alicante, por la que se condena a la pena de muerte, como autores de un delito de rebelión militar, al comandante D. Gustavo Noguerol Adlert,... Lo comunico a V. E. para su conocimiento y cumplimiento. Valencia, 21 de marzo de 1937. LARGO CABALLERO.

Sin embargo, tal vez la más conocida en el pueblo haya sido doña Celia Noguerol Herrero, posiblemente por haber construido su casa conocida como La Colonia, haberse casado con un francés, vivir en Madrid y, por lo que parece, pasar temporadas en el pueblo donde era muy estimada.

De cómo y dónde conoció a su marido don Alberto Montaud Nat, francés de origen, nada sabemos. Se afincaron en Madrid. De su vida en dicha villa y a través de los periódicos podemos saber que tenían un comercio de artículos religiosos:

El 10 de marzo de 1892 en El Siglo Futuro Nº 5014 aparece el siguiente anuncio:

ORNAMENTOS DE IGLESIA ALBERTO DE MONTAUD. Calle del Fomento, números 6 y 8, principal izquierda MADRID Comisión y representación de las mejores casas nacionales y extranjeras para la venta de cristaleras, altares, púlpitos, Vías-Crucis de relieve, estatuas, bronces, vasos sagrados, casullería, bordados, galones, pasamanería, y, en general, todo lo necesario para el mueblaje y adorno de las iglesias y prácticas del culto divino. Sombreros para sacerdotes, bonetes y solideos.

También en dicho periódico con fecha sábado 5 de diciembre de 1885 nº 3218 aparece una noticia que no deja de sorprender:

Parece que esta mañana se han hecho pesquisas en la calle del Fomento, números 6 y 8, para buscar una caja que contenía 50 gruesas de escapularios parecidos a los que el ejército carlista usaba en la pasada guerra civil con el lema: Detente, que el Corazón de Jesús está conmigo; añadiéndose que también se había hecho una segunda remesa de algunos miles de boinas al mismo consignatario.

En vista de tales noticias, el señor conde de Xiquena pidió anoche al juzgado de guardia auto competente para proceder al registro del domicilio del Sr. Montaud, y esta mañana se constituyó acompañado del juez y de un Inspector, en el referido domicilio. «La señora de la casa recibió a las autoridades, manifestándoles que su marido se hallaba en Francia, a donde lo habían llevado sus negocios de comisión en artículos religiosos, y que efectivamente, ayer había recibido la caja con las 50 gruesas de escapularios; pero que no la tenía en casa porque la había mandado a las Hermanas del Sagrado Corazón, que los habían encargado hace ya algún tiempo. Después fue enseñando la señora de Montaud a las autoridades, las habitaciones, en las que se encontraron seis u ocho sables y otros objeto», que según nos ha dicho la misma señora, eran muestras de su casa de comisión.»

Y voílá tout. Seis u ocho sables viejos, telas y galones para casullas, quinientas gruesas de escapularios para la congregación del Sagrado Corazón, de Madrid, todo hallado en una casa de comercio, he ahí a qué se redujo la imponente conspiración descubierta ayer.

Por Dios, D. Venancio, siga Vd. en su puesto y no se nos escape.

Aunque nos veamos forzados a no tener ministro de noche, ya que su estómago no lo permite serlo más que de día.

Sin su labor de Vd. pasaríamos las de Caín. Porque el tiempo no puede estar más taciturno y endiablado.

En el periódico La Época del 8-8-1849 nº 10805 pág. 2 nos encontramos con otra noticia:

Los robos en los trenes.

Desde hace algunos días recibimos con dolorosa frecuencia quejas de viajeros que al llegará los puntos de su destino, se encuentran desagradablemente sorprendidos con la ausencia de sus alhajas y prendas en sus equipajes.

Ayer mismo, Mr. Montaud nos dice lo siguiente:

«.anteayer domingo, al ir a sacar su ropa de noche para ir a acostarse la señora doña Celia de Montaud, que había llegado a San Sebastián por la mañana, se encontró con que habían desaparecido de su equipaje todas sus alhajas y las pocas de su niña, una mantilla blanca de encaje antiguo, y otra de imitación, un mantón de Manila blanco y tres abanicos; en fin, todo lo que menos bulto hacía y más valor representaba. Cerca de mil duros.

Tal fue el disgusto que sufrió esta señora, por ser recuerdos de familia muy apreciados su reloj, su mantilla blanca y el mantón, que se sintió indispuesta y aún se halla en cama »

Actos como este de infidelidad cometidos por los conductores de los trenes, ni son nuevos”.

En fechas posteriores, este mismo periódico publicó que había aparecido parte de lo robado, habiendo sido el ladrón un mozo de despacho de equipajes de la estación.

Estas noticias nos indican que por supuesto llevaban una vida acomodada y que debieron tener además una hija.

Don Alberto parece que murió en el año 1901. Doña Celia le sobrevivió, debiendo de morir a edad muy avanzada. En el ABC apareció una esquela con fecha de su muerte el 22 de junio de 1930.

De todos los descendientes de esta familia, los más conocidos fueron los hermanos descendientes de este matrimonio: Raúl, Gustavo y Alberto Montaud Noguerol. Don Raúl fue el más conocido en nuestro pueblo debido a que, por circunstancias, es el que más nos visitó.

Raúl Montaud Noguerol.

Estudió Medicina y apareció en el Boletín del Ayuntamiento de Madrid del año 1921 como dado de alta en la profesión el 4 de agosto de 1914 y en el cuerpo de médicos del ayuntamiento con fecha 21 de mayo de 1915. Su campo de acción fueron las enfermedades del cerebro y la psiquiatría y fueron bastantes las publicaciones sobre el tema que escribió:

- Meningitis, su sintomatología, diagnóstico y tratamiento.

- Las modificaciones del líquido cefalorraquídeo en las comprensiones medulares. Revista del Instituto Llorente. Año II - Septiembre 1924 - nº 6 (Raúl de Montaud, Neurólogo del Hospital francés).

- Sintomatología y tratamiento específico de la enfermedad de Heine Medin. Revista del Instituto Llorente. Año VII - Diciembre 1929 - nº 28 (Dr. R. Montaud).

- El tratamiento de la parálisis general por malaria. Revista del Instituto Llorente. Año IX - Mayo 1931 - nº 33 (Dr. R. Montaud)

- El líquido cefalorraquídeo en las psicoencefalitis. Revista del Instituto Llorente. Año X - Abril 1932 –-nº 35 (Dr. Raúl Montaud).

- Técnica y aplicaciones de la punción cisternal. Revista del Instituto Llorente. Año XI - Junio 1933 - nº 38 (Dr. R. Montaud).

Estos son unos pequeños ejemplos del trabajo de este médico para darnos idea de su gran relevancia.

En 1929 figuraba en el cuadro de médicos del manicomio de Ciempozuelos junto a otros especialistas entre los que se encontraba el afamado Vallejo Nájera, con el que mantenía amistad.

En marzo de 1936 podemos saber por el periódico ABC que impartió una conferencia sobre “Niños nerviosos y difíciles” en el Hospital de San Luis de los Franceses con una gran audiencia.

Ese mismo año fue homenajeado con motivo de haber sido nombrado jefe de los servicios de Neurología y Psiquiatría del Instituto Rubio (Clínica de la Moncloa). Es curioso que este hospital fuera destruido pocos años después al quedar en el frente de Madrid en la guerra.

Don Raúl, debido a las circunstancias familiares, fue el único de los descendientes de doña Celia que vino a nuestro pueblo una vez acabada la guerra. De cómo pasó la guerra, poco podemos saber, pero seguro que como se pasa en esas circunstancias: sufriendo como cada cual. Murió en Madrid el 8 de Julio de 1973.

Gustavo de Montaud y Noguerol.

Nació el 9 de abril 1887 e ingresó en la Escuela de Ingenieros del Ejército el 16 de julio de 1904 y fue dado de alta en el cuerpo el 8 de julio de 1909 como primer teniente de ingenieros del ejército en el 2º Regimiento Mixto (compañía de telégrafos).

Por dos veces parece ser que salvó la vida por los pelos:

La primera de un accidente ocurrido en 1911 cuando volvía de Aravaca (donde había ido por cuestiones de su trabajo) a Madrid y se produjo un vuelco del coche, muriendo un capitán que lo acompañaba y saliendo él y otro teniente con pronóstico reservado.

La segunda cuando en 1921 estando en el norte de África destinado como capitán observador de ingenieros fue evacuado por enfermedad a Melilla, librándose así de lo que conocemos como el desastre de Annual.

Posteriormente, fue destinado en 1918 al estado mayor central como capitán de ingenieros. Así aparece publicado en el periódico La Nación de 29 de Noviembre de 1918.

Fue ascendido a comandante y con dicho grado fue ayuda de campo de Niceto Alcalá-Zamora, primer presidente de la República.

En octubre de 1936 fueron creados en Madrid tres centros de instrucción para formación de oficiales del Ejército y de las Milicias llamados Escuelas Populares de Guerra, nombrándose director de la de Ingenieros a don Gustavo Montaud. En 1938 se le concedió la Medalla del Deber.

Siendo comandante, publicó en 1931 un libro titulado "Comunicaciones militares y medios de transporte". Fue profesor en el curso de coroneles de 1924-25, donde impartió la conferencia "El enlace y las transmisiones". En el curso de 1929 impartió la conferencia titulada "Actuación y cometidos de los Ingenieros en campaña". En 1936 publicó el libro Células Foto-Eléctricas.

Gustavo parece ser que permaneció como director de dicha Escuela Popular de la Guerra, hasta el final de la contienda y casi con bastante seguridad partió al exilio como tantos otros. Murió según algunas fuentes en el año 1965.

Alberto Montaud Noguerol.

Nació el 22 de noviembre de 1888. Ingresó en la Escuela de Ingenieros del Ejército el 1 de septiembre de 1908 y tuvo su primer destino en 1913 en el regimiento de ferrocarriles. En 1914 fue destinado como primer teniente en la plana mayor en Madrid y en 1915 al Regimiento Mixto de Melilla. En 1917 le fue concedida la Cruz Roja Pensionada, que se concede por acción en conflicto armado y ese mismo año ingresó en la Escuela Superior de la Guerra. En 1918 fue ascendido a capitán. Fue destinado, después de su estancia en la Escuela Superior del Ejército, al 1er. Regimiento de Ferrocarriles. En 1926 fue nombrado profesor de la Academia de Ingenieros. En 1928 estuvo en el Regimiento de Telégrafos. En 1929 fue ascendido a comandante. En 1931 formó parte de la Plana Mayor del Ejército. En el 1932 se le concedió la Orden de San Hermenegildo. En 1936 figuró en la Escuela Superior de la Guerra.

Una vez empezada la guerra y tras la muerte de Augusto Pérez Garmendia, comandante del Estado Mayor en San Sebastián, los ejércitos republicanos del Norte llamaron a fuerzas de Madrid, enviaron al comandante de caballería Antonio San Juan Cañete para sustituirle, al que acompañó Alberto Montaud Noguerol.

Al llegar, la situación de País Vasco era bastante precaria. Tan solo Vizcaya, la zona oeste de Guipúzcoa y parte del noroeste de Álava estaba bajo el control de la República y asediada por el general Mola.

Pronto quedó a las órdenes del lehendakari Aguirre. Ascendido a teniente coronel y después a comandante general de ingenieros del Ejército de Euskadi y jefe del Estado Mayor del Ejército de Euskadi. Con este cargo asistió al consejo de guerra que se celebró en Bilbao el 14 de julio de 1937 en el que se decidió la suerte de la ciudad ante la inminente entrada de las fuerzas sublevadas.

Siguiendo sus instrucciones se levantó el cinturón de hierro de Bilbao, que sirvió de poco, por una parte por la huida de Goicoechea con los planos y por otra parte el hecho de que no estaban totalmente terminadas. Antes de la entrada del ejército sublevado, Aguirre acompañado de Alberto Montaud pasaron a Santander y después huyeron a Francia tras la caída total del Frente Norte.

De Francia, Alberto ya no volvió y se fue al exilio como su hermano. Como final queda esta nota del Diario Oficial del Ministerio de Defensa publicada el 14 de agosto de 1937:

De acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta del Ministro de Defensa Nacional, vengo en decretar lo siguiente:

Articulo único. Por haberse ausentado de su destino en el Cuerpo de Ejército del País Vasco el Teniente Coronel de Ingenieros don Alberto Montaud Noguerol, durante las operaciones de guerra en Vizcaya, lo que revela una evidente falta de adhesión al régimen, causará baja definitiva en el arma al que pertenece, con pérdida de empleo, sueldo, gratificaciones, derechos pasivos, condecoraciones , etc . , de conformidad con lo establecido en el Decreto de veintiuno de Julio del pasado año, sin perjuicio de la responsabilidad criminal en que hubiese podido incurrir.

Dado en Valencia, a doce de Agosto de mil novecientos y treinta y siete. Manuel Azaña.

Como conclusión a la agitada vida de esta familia querida en nuestro pueblo, cabe decir que de una manera u otra fueron fieles a sus principios. Gustavo Noguerol Herrero, proviniendo de una familia que parece ser carlista en sus orígenes, combatió contra ellos, pues se mantuvo fiel al estado. Alberto y Gustavo Montaud, sus sobrinos, se mantuvieron fieles al estado que juraron defender (si bien no sabemos, ni nos deben importar sus preferencias políticas), a pesar de que al final su destino fue el exilio.

El caso de su primo Gustavo Noguerol Adlert si bien parece distinto, dependiendo de las ideas políticas, en el fondo es lo mismo condicionado por sus lealtades de otro tipo. Raúl fue fiel a su profesión a la que se entregó.

Sin duda una familia que sufrió la sinrazón de una guerra, como muchas otras de nuestro país y pueblo.

 

Asociación Cultural Amigos de Venta del Moro

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