poco después ante la audiencia que se refería a que había estudiado "de pie" porque no tenía formación universitaria sino agrícola. Fue miembro fundador del sindicato agrario Unió de Llauradors i Ramaders en Valencia en los años setenta y presidente local del sindicato en Jaraguas. En el ámbito político ejerció como concejal en el Ayuntamiento de Venta del Moro.

Hacia 1978 formó parte del Consejo Comarcal de la Unió, donde enseguida creó carácter y ganó confianza, de tal forma que en 1986 fue nombrado secretario general comarcal, puesto que ocupó hasta 1998, com-patibilizándolo entre 1992 y 1998 con la Vi-cesecretaría General de la Unió.

Sin duda, su cargo más relevante fue el nombramiento en noviembre de 2000 como Secretario General en el ámbito español de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), habiendo sido hasta el momento el único secretario general valenciano elevado a coordinador general a nivel nacional. A partir de ese momento tendría una presencia constante en los medios de comunicación de ámbito estatal. Sin embargo, Lucio renunció pronto al cargo, en marzo de 2001, debido a discrepancias en el seno interno del sindicato, pero también a que prefería como opción de vida las viñas de Jaraguas al despacho de Madrid. No obstante, no retornó de vacío, pues de allí vino con María Ángeles, Secretaria Ejecutiva de COAG, que dejó Madrid por trasladarse a Ja-raguas y formar una familia con Lucio.

Todos los sindicalistas reconocen su tenacidad, espíritu de lucha y habilidad negociadora con la que conseguía acuerdos beneficiosos para los agricultores en contextos difíciles. Gran defensor de los agricultores y del cooperativismo, entre sus logros destacan la condonación de los préstamos del "mildiu" a los viticultores de la D.O. Utiel-Requena en 1995, la promesa de construir una alcoholera comarcal arrancada en 1999 del Conseller de Agricultura del momento (base de la actual "Gestrevin"), la exitosa intervención en las primeras negociaciones de la reestructuración del viñedo o el impulso de la mutualidad agraria con la creación de Agromutua.

Su especial talante para la negociación directa sirvió para que en las frecuentes y justificadas huelgas siempre se consiguiera algún beneficio de las reivindicaciones y se librara a los agricultores de las consabidas sanciones por los cortes de carreteras.

Lucio también poseía inquietudes culturales. Un aspecto poco conocido de él es que dirigió un grupo de teatro en Jaraguas deno-j minado "Calderón de la Canoa", componiendo además varias obras de teatro.

Lucio ha sido un ejemplo para el movimiento sindicalista agrario comarcal y nacional y las revistas agrarias a la hora de su fallecimiento han recordado su importante legado. De poderosas convicciones y carácter fuerte combinado con gran bonhomía, su destino personal siempre estuvo unido al futuro de la viticultura y el cooperativismo. Sus restos descansan en Jaraguas como testimonio de toda una vida entregada a la lucha por la tierra.

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